SATSE: “La Conselleria de Sanidad comienza el curso escolar con un suspenso”

 El Sindicato de Enfermería considera que la Conselleria de Sanidad ha iniciado el curso sanitario con suspenso. Así, hoy lunes se inicia el curso escolar sin las 300 enfermeras escolares que el conseller de Sanidad se comprometió públicamente a contratar con una asignación presupuestaria de 15 millones de euros. Esta fantástica iniciativa de crear nuevas plazas de enfermeras escolares, que aparecía en el programa electoral del PP, se ha quedado en que algunas enfermeras de los centros de salud visiten, de forma itinerante, los colegios, I.E.S. y centros de F.P., obviamente restando recursos de la asistencia sanitaria que reciben los ciudadanos.

A pesar de no contar con enfermeras escolares, el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, se ha comprometido recientemente a que los alumnos de educación infantil sean vacunados en el centro escolar, y el Sindicato de Enfermería se pregunta: ¿con qué recursos? ¿cuántas enfermeras se van a contratar para llevar a cabo esta vacunación?. Parece que el presidente de la Generalidad y el conseller de Sanidad no se coordinan respecto a la enfermera escolar, que cuenta con el respaldo mayoritario de la población, pero cuya puesta en marcha se realiza sin planificación y sin los recursos humanos que se iban a implementar con los 15 millones de euros.

Igualmente, la Conselleria debe retomar con urgencia las negociaciones para implantar las 35 horas semanales de los casi 70.000 trabajadoras y trabajadores de la Sanidad a 1 de enero de 2025, como aseguró y se comprometió que iba a hacer el conseller de Sanidad, Marciano Gómez.

El conseller Marciano, de manera torticera, quiere cambiar de criterio ampararse en un pacto de legislatura de la Mesa General de Función Pública, que dice que hay un plazo máximo hasta 2027 para instaurar la jornada de 35 horas, pero de ninguna manera obliga a llegar a este límite, sino que otorga a cada Conselleria llevar su propia negociación.

Por lo tanto, exigimos a la Conselleria de Sanidad que cumpla con la palabra dada, que establezca la jornada laboral de 35 horas el 1 de enero de 2025 como ya tienen la mayoría de las comunidades autónomas. De no cumplirse este acuerdo, la palabra del conseller dejará de tener credibilidad para sus trabajadoras y trabajadores.

Otro de los temas pendientes de la Conselleria es la Enfermería especialista. A pesar de estar formando a enfermeras especialistas desde 2015, la Conselleria sigue sin crear plazas para enfermeras pediátricas para servicios como UCI de neonatos, urgencias pediátricas, etc y de enfermeras geriátricas para atender población mayor con múltiples patologías crónicas.

Por otra parte, la Conselleria ha tomado la decisión de reducir el número de matronas en formación para el curso 2024-25 de 71 a 56 matronas, aduciendo la disminución en el número de partos. Parece que los responsables de la Conselleria no se han enterado de que las matronas, además de la preparación y al momento del parto, realizan programas de atención en el climaterio, programas de salud sexual y reproductiva, atención a la salud materno-infantil, etc. Hay que recordar que, cuando llega la época estival, no hay suficientes matronas para sustituir las vacaciones, por lo que estas profesionales se ven obligadas a doblar los turnos para cubrir la asistencia en todos los Servicios.

Otro suspenso que se acumula a los anteriores atañe a la paralización de las negociaciones destinadas a modernizar la obsoleta normativa sanitaria y las condiciones laborales del personal del Servicio de Emergencias de la Com. Valenciana y de los Centros de transfusiones, por no hablar de la promesa incumplida de negociar la modificación del complemento de turnicidad y la asignatura pendiente de la estatutarización voluntaria del personal de los Consorcios y de Salud Pública y Gestión Sanitaria.

A pesar de la situación descrita, el Sindicato de Enfermería demanda a los responsables de la Conselleria de Sanidad rectifiquen el rumbo de su política negociadora y, de no ser así, SATSE presagia un otoño caliente ante la ausencia de negociación y la falta de búsqueda de consenso.